LEER PARA NO CHOCARNOS CONTRA UN MURO |
Hay tantas formas de hacer un buen comentario de un texto literario como textos o lectores pueda haber y depende de si el texto es narrativo, lírico o teatral. Para abrir boca, he aquí unas pautas que nos acercan a lo que puede ser hacer un comentario de texto literario.
GUÍA PARA EL COMENTARIO LITERARIO DE TEXTOS (esquema) El comentario de textos consiste en explicar, paso a paso, la necesaria conexión entre expresión y contenido. Es un proceso activo de ejercitación intelectual que ayuda a: Comprender aquello que estudiamos y, por tanto, nos facilita su interpretación. Desarrollar la capacidad crítica de análisis y síntesis. Potenciar los recursos intelectuales, ya que ponemos en juego importantes funciones mentales: capacidad de memoria, de abstracción, de observación, de relación de conocimientos… Para comentar un texto literario seguiremos los siguientes pasos: I.- LECTURA ATENTA DEL TEXTO Lectura comprensiva. Lee el texto cuantas veces sean necesarias hasta entenderlo completamente y hacerte una idea del asunto general que trata. Busca en el diccionario todas las palabras cuyo significado no te resulte completamente claro, interesándote sólo por la acepción que conviene al texto. Debes comprender el texto, pero no tratarás de interpretarlo todavía. Numera los versos (si se trata de un poema) o líneas (si el texto está en prosa) de cinco en cinco. II.- LOCALIZACIÓN Señala el género literario al que pertenece el texto. Concreta qué técnica de expresión se emplea: narración, descripción, diálogo, exposición o argumentación. Determina si se trata de un texto independiente o de un fragmento: Si se trata de un texto independiente o completo, debes localizarlo en el punto exacto de la trayectoria artística del escritor. Si se trata de un fragmento, debes situarlo dentro de la obra a la que pertenece y ésta dentro de la obra total del escritor. Localiza al autor en su movimiento literario concreto, relacionando los mensajes principales del texto con las actitudes estéticas de la época en que se escribe. III.- DETERMINACIÓN DEL TEMA Resume el contenido del texto en unas pocas frases –sin necesidad de plasmarlo por escrito- para ayudarte a saber exactamente lo que el autor quiere expresar. Indica el tema del texto, que debe recoger la idea central o asunto, incluyendo, a ser posible, la intención del emisor en un enunciado conciso y sencillo. IV.- DETERMINACIÓN DE LA ESTRUCTURA Externa: Estructura métrica, rima, acentuación, estrofa, composición (si se trata de un texto poético). Parlamentos, monólogos, apartes, acotaciones y división en escenas, cuadros o actos (si el texto es teatral). División en párrafos, según las formas de expresión: sucesión de pasajes narrativos, descriptivos o dialogados; exposición, argumentación... (si el texto pertenece al género narrativo). Interna: Indica los apartados del texto, procurando que éstos sean poco numerosos y considerando que no tienen por qué coincidir necesariamente con las estrofas (si el texto está en verso) o con los párrafos (si el texto está en prosa). No olvides que puede haber textos sin estructura aparente. Los apartados se pueden determinar siguiendo diversos criterios: modulaciones distintas del tema, contenido argumental, actitud del autor, predominio de las personas líricas, funciones del lenguaje, etc.. El comentario sobre la estructura interna no se puede limitar a indicar las líneas que ocupa cada parte, sino que debes analizar cómo evoluciona el tema del texto o la actitud del autor, etc. V.- ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL TEMA Hay una estrecha relación entre el tema y la forma. El tema de un texto está presente en los rasgos formales de ese texto. El análisis consiste en justificar cada rasgo formal del texto como una exigencia del tema o del movimiento estético al que pertenece, en comprobar cómo la expresión utilizada consigue intensificar el contenido, en analizar el efecto estético que producen los recursos empleados porque sólo así nos acercaremos a la verdadera comprensión de la obra de arte. Ante todos los rasgos formales y aun ideológicos que nos vayan llamando la atención, nos preguntaremos “¿por qué esto?” y trataremos de justificarlo como una exigencia del tema. En los textos narrativos: Diferencia bien las palabras del narrador de las de los personajes. Explica cómo es el narrador, según el grado de conocimiento de la acción y de los personajes y de su grado de implicación en la acción: omnisciente, objetivo, testigo de los hechos, narrador personaje... Habla de los personajes que aparecen en el texto: ¿cómo son? ¿a qué clase social representan? ¿qué papel desempeñan en la obra? ¿qué punto de vista adopta el autor frente a ellos? ¿cómo están caracterizados?: Caracterización directa: lo que de él dice el narrador u otro personaje, o lo que dice él de sí mismo. Caracterización indirecta: la información que sobre él recibimos a través de sus actos y de lo que dice. Habla del espacio aludido en el texto. El espacio es el lugar o lugares donde suceden las acciones: citado / descrito; en algún lugar / en ningún lugar; espacio único / espacio itinerante; real / simbólico; cerrado / abierto; urbano / rural, etc. Comenta también el tiempo aludido en el texto: Externo (localización de la acción en el tiempo histórico): fechas –datación-, pasado, presente y futuro –marcas temporales-; ucronía o situación de la acción fuera del tiempo real, etc. Interno (duración de los hechos que se relatan en la narración). Psicológico (tiempo o ritmo narrativo que puede ser lento o rápido independientemente del tiempo real que transcurra): lento / rápido; condensación narrativa; concordancia o no del tiempo narrativo y del real; ralentización o aceleración; saltos o detenciones del tiempo narrativo... Orden de la narración: Cronológico (lineal / discontinuo –elipsis temporales); alterado (analepsis o retrospección –proyección hacia atrás- /prolepsis o prospección –proyección hacia delante); circular; paralelístico. En los textos líricos: Distingue el tipo de estrofa que es y explica en qué consiste. Habla de la postura que adopta el yo poético en el texto, di a quién o a qué se dirige. Señala y explica los recursos literarios que aparecen (metáforas, comparaciones, metonimias, paralelismos, anáforas, aliteraciones…) En los textos teatrales: Habla de los personajes que aparecen en el texto: ¿cómo son?, ¿a qué clase social representan?, ¿qué papel desempeñan en la obra?, ¿cómo están caracterizados?... Diálogo: verso / prosa, declamatorio / conversacional; lento (parlamentos largos) / rápido (parlamentos cortos); diálogo dentro del diálogo (se reproduce por un personaje lo que otro u otros han dicho). Acotaciones: gestualidad, movimientos, vestuario, sonido, decorado, iluminación.... Habla del espacio y el tiempo aludidos en el texto. Determina el conflicto de la escena con su correspondiente clímax, si lo hubiera. VI.- CONCLUSIÓN Balance o síntesis de nuestras observaciones reducidas a sus líneas más generales. Fundamentalmente puedes contrastar de forma breve lo que dice el autor y lo que quiere decir. Impresión personal sincera, modesta y firme, tratando de huir de fórmulas hechas o demasiado generales. Enjuicia el interés del texto por su actualidad, su intemporalidad, su originalidad, su estilo, etc. Así pues, comentar un texto consiste en relacionar de forma clara y ordenada el fondo y la forma de ese texto y descubrir lo que el autor del mismo quiso decirnos. Puede haber, por tanto, distintas explicaciones válidas de un mismo texto, dependiendo de la cultura, la sensibilidad o los intereses de los lectores que lo realizan. Consejos para hacer un buen comentario de texto literario: • Consultar previamente los datos de la historia literaria que se relacionan con el texto (época, autor, obra...) • Evitar parafrasear el texto, es decir, repetir las mismas ideas a las que éste se refiere, pero de forma ampliada. • Leer despacio, sin ideas prefijadas, intentando descubrir lo que el autor quiso expresar. • Delimitar con precisión lo que el texto dice. • Intentar descubrir cómo lo dice. • Concebir el texto como una unidad en la que todo está relacionado; buscar todas las relaciones posibles entre el fondo y la forma del texto. • Seguir un orden preciso en la explicación que no olvide ninguno de los aspectos esenciales. • Expresarse con claridad, evitar los comentarios superfluos o excesivamente subjetivos. • Ceñirse al texto: no usarlo como pretexto para referirse a otros temas ajenos a él. • Ser sincero en el juicio crítico. No temer expresar la propia opinión sobre el texto, fundamentada en los aspectos parciales que se hayan ido descubriendo. Fuente:http://recursos.cnice.mec.es/lengua/alumnos/comentario_textos/comentario_literario_de_textos.htm
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Una nueva aventura comienza: la Literatura Universal, nada más y nada menos. Para intentar abordarla y saber a qué nos enfrentamos os propongo algunas cuestiones previas.
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